Sa Torre d’en Gaumés: un viaje a la Menorca talayótica
22 de Noviembre de 2025
El poblado talayótico más grande e importante de Menorca
Si te interesa la historia y te apetece una escapada diferente durante tu estancia en Mahón, Sa Torre d’en Gaumés (Torre d’en Galmés) es uno de los lugares que no puede faltar en tu lista. Se trata del poblado talayótico más grande e importante de Menorca y de las Islas Baleares, situado en una colina con vistas a la costa sur de la isla.
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¿Qué es Sa Torre d’en Gaumés?
Sa Torre d’en Gaumés es un gran poblado talayótico ubicado en el término municipal de Alaior, sobre una elevación desde la que se domina buena parte del sur de Menorca.
Algunos puntos clave:
- Es considerado el poblado prehistórico más extenso de Baleares.
- Pudo llegar a albergar en torno a 900 habitantes en su momento de máximo esplendor.
- Se desarrolló desde época pretalayótica (antes del 1400 a.C.) y continuó ocupado hasta tiempos romanos, con reutilizaciones posteriores en época medieval e islámica.
- Forma parte de los yacimientos incluidos en la declaración de “Menorca Talayótica” como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Pasear por este recinto es literalmente viajar varios milenios atrás, en un entorno muy bien conservado y con explicaciones que ayudan a entender cómo vivían las comunidades talayóticas.
Un recorrido por el poblado talayótico más grande de Menorca
En Sa Torre d’en Gaumés encontrarás muchos de los elementos clave de la arquitectura talayótica:
Talayots: las torres de piedra
El poblado está dominado por tres grandes talayots, situados en la parte más alta de la colina. Estas torres ciclópeas servían como puntos de vigilancia y control del territorio, gracias a las amplias vistas sobre la costa sur.
El recinto de taula: espacio religioso
Muy cerca de los talayots se encuentra el recinto de taula, un espacio de carácter religioso en forma de herradura. En su centro se alzaba una gran “T” de piedra (la taula), hoy parcialmente derruida, que probablemente estuvo vinculada a rituales y ceremonias.
Casas circulares y vida cotidiana
Repartidas por todo el poblado se reconocen casas de planta circular, con muros ciclópeos y un patio central al aire libre, donde se ubicaba el hogar y la cisterna. Desde este espacio arrancaban los muros radiales que definían las distintas estancias.
Algunas viviendas conservan muy bien su estructura y permiten imaginar cómo era la vida diaria: zonas de almacenamiento, espacios para el fuego, habitaciones auxiliares…
Sala hipóstila y sistema de recogida de agua
Uno de los elementos más llamativos es la sala hipóstila, una estancia cubierta sostenida por columnas, que se cree funcionaba como almacén o espacio de trabajo.
Junto a ella, se puede observar un sofisticado sistema de recogida y filtrado de agua de lluvia, con cisternas excavadas en la roca y canales que conducían el agua a depósitos subterráneos.
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